Atrás Informe Especial - 04/07/2022

Una lectura clara de riesgos y oportunidades

Los escenarios y cifras heredadas de la pandemia dejan como tarea el monitoreo constante del mercado

Marina Faleiros, Convención y Exposición Internacional ACCCSA 2022.

 

Sandra Zumbado Alvarado/ prensa@revistacorrugando.com

La reunión del sector corrugado en la Convención celebrada en Costa Rica, luego de la pausa obligada impuesta por la pandemia, fue el escenario ideal para conversar acerca de los riesgos y oportunidades de los empaques en Latinoamérica, de cara al 2023.

De la mano de Marina Faleiros -en forma presencial- y Rafael Barisauskas -de manera virtual-, ambos de Fastmarkets RISI, los asistentes a la actividad pudieron repasar los diferentes escenarios del mercado, los errores frecuentes que arrastramos del pasado, riesgos y oportunidades para el 2022 y el próximo año, y los nuevos hábitos de consumo, muchos de ellos producto del encierro provocado por el Covid 19. 

Faleiros presentó “Latin American containerboard indices”, con un repaso del escenario de precios de Brasil y México, así como temas de suministro, por medio del análisis de situación en la región con preguntas y respuestas que suenan frecuentes para muchos luego de la afectación de la pandemia.

¿Enfrentó problemas de suministro de papel en el 2021? ¿Está su empresa presentando menos problemas adquirir cartón corrugado? ¿Está la inflación lastimando su negocio? La respuesta casi común es sí y de ahí partió el análisis presentado durante la Convención.

Los cambios suscitados por años anómalos obligan a que se mantenga un monitoreo constante para enfrentar los cambios, la aparición de nuevos actores que surgieron para dar respuesta a la demanda, los cuales son resultado de la presión que generó la pandemia para la obtención de material y la consabida repercusión en los precios.

Una de las preguntas es si el comportamiento registrado en los últimos periodos continuará, como en el caso de los consumidores dispuestos a consumir y pagar un poco más por cajas “saludables”. Los números, según explicó Faleiros, muestran que los presupuestos del consumidor todavía pueden absorber la inflación.

“En el 2021 vimos un crecimiento increíble en la demanda de cartón en Estados Unidos, mientras no se llegaba a la capacidad esto generó estrechez en el mercado, con afectación a los compradores latinoamericanos, tradicionalmente compradores de papel estadounidense. En este 2022 y 2022 se espera que la mayor parte de proyectos en Estados Unidos comiencen a funcionar y eso hará el escenario más fácil para los que adquieren”, explicó Faleiros en su presentación, quien señaló que en Latinoamérica la capacidad está llegando a un rimo más lento.

 

Viejos problemas y nuevas oportunidades

De forma virtual pero amena y a través de la charla “Latin American Packaging Outlook 2022”, Rafael Barisauskas hizo un repaso sobre los riesgos económicos y oportunidades a través de lo que reflejan los mercados y la huella dejada por la pandemia.

Los mismos viejos problemas nos siguen acompañando. La inflación está erosionando el presupuesto de las personas de bajos ingresos y seguimos sufriendo por la alta inflación, problemas globales de logística y exportaciones haciendo subir precios domésticos.

Es evidente que la pandemia aumentó la desigualdad económica y que entre los grandes consumidores también existe, no hay garantía de mayor demanda de los sectores de bajos ingresos, los segmentos de altos ingresos mantuvieron sus hábitos de compra durante la pandemia y que en esto no hay magia, cada país tiene su dinámica y de ahí la importancia del monitoreo constante, explicó.

Barisauskas se detuvo también en un apartado de interés para todos, los nuevos hábitos de consumo tomando en cuenta aspectos como personas de medio y altos ingresos trabajando desde casa, el incremento de las compras en línea durante la pandemia y que aún permanece y la correlación histórica rota debido a tiempos inusuales. 

En número relacionados con Latinoamérica, Barisauskas explicó que el suministro en Brasil es auto suficiente y la demanda viene de la agroindustria y la población de altos ingresos, en Chile y Argentina tiene alguna capacidad de producción de relevancia, mientras tanto, en el resto de Latinoamérica hay una capacidad limitada y una dependencia alta de las importaciones.